El 23-F según María José Prieto Fuentes.

Casualmente, la otra noche, cenando con mi novio y sus padres, y sin quererlo me resolvieron esta tarea, puesto que soy del 83. Lo contaron como una anécdota graciosa, por el modo que la vivieron. Resulta que el 23 de febrero por la tarde noche volvía mi suegro de un viaje desde China. Como es lógico a nadie se le ocurrió encender la televisión, puesto que pasaron la noche abriendo regalos y escuchando relatar a su padre las vivencias de China. A mis suegros les extrañó que el vecino se pasara toda la noche con el televisor encendido. A la mañana siguiente mi suegra llevó a sus hijos al colegio.

Me contaba que había muy poca gente y que les notaba tristeza y preocupación en el rostro, que en el aire flotaba un ambiente raro. Ella se preguntaba ¿qué pasará hoy?. Al llegar a casa se encontró a una vecina que le explicó lo que estaba pasando. La preocupación fue inmediata y preocupada llamó a su marido para explicarle que Tejero había dado un golpe de estado y preguntarle qué debía hacer, si debía recoger a los niños del colegio… pero antes de tomar una resolución puso la televisión y vio el mensaje del rey. Por suerte todo había acabado y ellos se libraron de pasar el mal trago que pasaron todos los españoles.