En aquel entonces, yo contaba con doce años, y cursaba estudios de E.G.B.
Esa tarde estaba viendo la programación infantil de la televisión, cuando de pronto ofrecieron un avance informativo, en el que informaban de la entrada de un grupo de guardias civiles en el congreso. Se lo comente a mi madre que estaba en casa, y me dijo, que no me preocupara, que cuando volviese mi padre de trabajar lo hablaríamos tranquilos.
Bueno llego mi padre a casa, y ya sabía, más o menos, lo que ocurría. Nos comento lo que pasaba, y tranquilizo a mi madre que cada vez se iba poniendo un poco más nerviosa, además embarazada de dos meses.
Esa tarde noche fue un sin vivir de mis padres, pendientes de las noticias. Yo que todavía no tenía un uso de razón maduro, lo único en lo que pensaba era que al día siguiente no habría colegio. Recuerdo que teníamos un vecino falangista, de los antiguos, y estaba como loco, porque para él era la vuelta a lo que nunca tuvo que acabar, la dictadura, o el régimen franquista.
Paso la noche, parte del día siguiente, y no podíamos ver la televisión, ya que suspendieron la emisión, aunque nos dio tiempo ver al rey dar el mensaje de tranquilidad a los españoles.
Poco a poco se fueron desarrollando los acontecimientos, y el fantasma del régimen anterior se fue diluyendo con el paso de las horas.
Una vivencia histórica que viví de pequeño, y que todavía recuerdo.
La foto que adjunto, es de la celebración, unas semanas después del 23-F, de la comunión de una prima, en el pueblo de Álora, en la provincia de Málaga
Esa tarde estaba viendo la programación infantil de la televisión, cuando de pronto ofrecieron un avance informativo, en el que informaban de la entrada de un grupo de guardias civiles en el congreso. Se lo comente a mi madre que estaba en casa, y me dijo, que no me preocupara, que cuando volviese mi padre de trabajar lo hablaríamos tranquilos.
Bueno llego mi padre a casa, y ya sabía, más o menos, lo que ocurría. Nos comento lo que pasaba, y tranquilizo a mi madre que cada vez se iba poniendo un poco más nerviosa, además embarazada de dos meses.
Esa tarde noche fue un sin vivir de mis padres, pendientes de las noticias. Yo que todavía no tenía un uso de razón maduro, lo único en lo que pensaba era que al día siguiente no habría colegio. Recuerdo que teníamos un vecino falangista, de los antiguos, y estaba como loco, porque para él era la vuelta a lo que nunca tuvo que acabar, la dictadura, o el régimen franquista.
Paso la noche, parte del día siguiente, y no podíamos ver la televisión, ya que suspendieron la emisión, aunque nos dio tiempo ver al rey dar el mensaje de tranquilidad a los españoles.
Poco a poco se fueron desarrollando los acontecimientos, y el fantasma del régimen anterior se fue diluyendo con el paso de las horas.
Una vivencia histórica que viví de pequeño, y que todavía recuerdo.
La foto que adjunto, es de la celebración, unas semanas después del 23-F, de la comunión de una prima, en el pueblo de Álora, en la provincia de Málaga
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