El 23 F de 1981, será una fecha imborrable para muchos de los niños que como yo, vivimos una de las noche más largas en la historia de la democracia española.
Yo contaba con 9 años, cursaba cuarto de EGB, y cuando se produjeron los acontecimientos, mis hermanos y yo éramos totalmente ajenos a tal suceso, la democracia se tambaleaba, el franquismo seguía teniendo un fuerte peso en la conciencia de los ciudadanos.
En mi casa recuerdo que aquello lo celebramos con especial júbilo, ya que al día siguiente no tendríamos que ir al colegio, ¡que suerte!. Mientras tanto en casa de mis tíos, Paco y Carmen, se vivían momentos de tensión, ya que más tarde supimos que mi tío estaba preparando las maletas para irse a Portugal, mi tío era militante del partido comunista, sin duda los miedos de épocas pasadas volvieron a aflorar en los corazones de muchos españoles.
Mi tío José se encontraba en Valencia, en esos momentos de tragedia permanecía recluido en un Hotel, se encontraba allí en viaje de negocios. Presencíó cómo los tanques militares de las tropas del general sublevado Millán Astray, tomaban las calles de Valencia, sintió pánico.
Mientras tanto, mis hermanos y yo, seguíamos festejando dicho acontecimiento, ya que también nos enteramos de que TVE iba a emitir películas durante toda la noche, mi madre siempre en su papel, nos decía que nosotros no entendíamos lo que aquello significaba, estaba muy nerviosa, ¡ otra guerra !. Mi abuela que vivía con nosotros, era minusválida, se llevó toda la noche con su única distracción, la televisión, ella también dramatizaba, decía que volveríamos otra vez a las cartillas de racionamiento, a mí la verdad no me importaba, la sola idea de que los americanos vinieran a España a traernos chocolate, me encantaba...
Mi padre como siempre llegó tarde de trabajar, se dedicaba a la hostelería, no lo noté especialmente preocupado, aunque si espectante, también recuerdo que no nos regañó por no estar a esas horas acostados, nosotros ajenos a todo seguíamos celebrando aquél lío que había formado "el tío del bigote".
Al día siguiente, nos despertamos con la tristeza de que aquél tipo se había rendido, ¡que lástima!, mañana al cole, ya no vendrían los americanos a traernos chocolate, y la televisión seguiría siendo tan aburrida como siempre.
Hoy, recuerdo aquel hecho con nostalgia, recordar a familiares que ya no están, y saber que aquel hecho histórico hizo que se tambaleran los cimientos de la democracia, aunque afortunadamente sirvió para cimentar con más fuerza, el sueño de muchos españoles que permanecieron bajo el yugo de la dictadura durante cuarenta años, por eso la historia es bueno conocerla, ya que en la actualidad España es un estado de derecho y libertades, para un niño de 9 años que como yo vivió aquel hecho histórico sólo fué como un juego.
Yo contaba con 9 años, cursaba cuarto de EGB, y cuando se produjeron los acontecimientos, mis hermanos y yo éramos totalmente ajenos a tal suceso, la democracia se tambaleaba, el franquismo seguía teniendo un fuerte peso en la conciencia de los ciudadanos.
En mi casa recuerdo que aquello lo celebramos con especial júbilo, ya que al día siguiente no tendríamos que ir al colegio, ¡que suerte!. Mientras tanto en casa de mis tíos, Paco y Carmen, se vivían momentos de tensión, ya que más tarde supimos que mi tío estaba preparando las maletas para irse a Portugal, mi tío era militante del partido comunista, sin duda los miedos de épocas pasadas volvieron a aflorar en los corazones de muchos españoles.
Mi tío José se encontraba en Valencia, en esos momentos de tragedia permanecía recluido en un Hotel, se encontraba allí en viaje de negocios. Presencíó cómo los tanques militares de las tropas del general sublevado Millán Astray, tomaban las calles de Valencia, sintió pánico.
Mientras tanto, mis hermanos y yo, seguíamos festejando dicho acontecimiento, ya que también nos enteramos de que TVE iba a emitir películas durante toda la noche, mi madre siempre en su papel, nos decía que nosotros no entendíamos lo que aquello significaba, estaba muy nerviosa, ¡ otra guerra !. Mi abuela que vivía con nosotros, era minusválida, se llevó toda la noche con su única distracción, la televisión, ella también dramatizaba, decía que volveríamos otra vez a las cartillas de racionamiento, a mí la verdad no me importaba, la sola idea de que los americanos vinieran a España a traernos chocolate, me encantaba...
Mi padre como siempre llegó tarde de trabajar, se dedicaba a la hostelería, no lo noté especialmente preocupado, aunque si espectante, también recuerdo que no nos regañó por no estar a esas horas acostados, nosotros ajenos a todo seguíamos celebrando aquél lío que había formado "el tío del bigote".
Al día siguiente, nos despertamos con la tristeza de que aquél tipo se había rendido, ¡que lástima!, mañana al cole, ya no vendrían los americanos a traernos chocolate, y la televisión seguiría siendo tan aburrida como siempre.
Hoy, recuerdo aquel hecho con nostalgia, recordar a familiares que ya no están, y saber que aquel hecho histórico hizo que se tambaleran los cimientos de la democracia, aunque afortunadamente sirvió para cimentar con más fuerza, el sueño de muchos españoles que permanecieron bajo el yugo de la dictadura durante cuarenta años, por eso la historia es bueno conocerla, ya que en la actualidad España es un estado de derecho y libertades, para un niño de 9 años que como yo vivió aquel hecho histórico sólo fué como un juego.
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