Lo primero que tengo que aclarar es que yo vivía en Zaragoza, donde se encuentra la Academia General Militar, cuarteles de las distintas armas militares, aparte de un numero considerable de Guardia Civil y Policía Nacional, por lo que para mi, supone que se me ponga el vello de punta cada vez que me acuerdo de una de las noches más largas de toda mi vida, temiendo que todos estos efectivos salieran a la calle, para apoyar el golpe.
Recuerdo que a partir de la noticia lo único que había en mi casa eran miedo, algún ataque de nervios y comentarios sin parar de lo que podía suceder si el golpe seguía adelante y aunque yo tenia casi 18 años, las personas que estaban conmigo y que habían vivido el antes, el durante y el después de la guerra, la verdad que con sus impresiones y un miedo que hoy puede que se considere irracional, consiguieron contagiarnos a los que no habíamos vivido esa época, uno de los comentarios que recuerdo con más miedo era "no puede ser...que ahora no deja nadie las armas y esto va ser matar o morir" y como no hacerle caso a quien había vivido una guerra.
Los que en aquel entonces eran mis futuros suegros vivían en Alicante y llamaron por teléfono diciendo que los tanques estaban pasando por la puerta de su casa, las llamadas de teléfono entre toda la familia no pararon casi en toda la noche, mi novio y una tía mía se fueron a buscar en coche a un pueblo de Navarra a una parte de la familia que se encontraba allí, la obsesión principal era estar todos juntos, por lo menos en la misma ciudad, cosa que es fácil de entender cuando la Guerra Civil había cogido a una parte de la familia en un bando y a otra en el otro bando. Me quede sola en casa unas cinco horas interminables, pegada a la radio y la televisión hasta que volvieron. Antes de marcharse además de decirme que no abriera la puerta por ninguna causa, me dijo mi tía casi llorando que si oía el mas mínimo ruido de tiros debía meterme debajo de la mesa de la cocina y rodearla con todos los colchones de la casa, a mi me parecía todo surrealista pero la realidad era la que estábamos viviendo y daba muchísimo miedo pensar que las situaciones que habías escuchado en tu casa volvieran a suceder otra vez.
El mensaje que el Rey dio por televisión fue bastante tranquilizador, pero a pesar de eso estuvimos toda la noche y casi todo el día siguiente, pendientes de las noticias y hasta que no se vio realmente la salida de los golpistas del Congreso y su detención, creo que casi nadie en España, respiramos tranquilos.
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